Rosa Guijarro Rodríguez
El concepto de masa— “Gran conjunto
de gente que por su número puede influir en la marcha de los acontecimientos”1,
según la RAE, o "Agrupación humana con los rasgos de pérdida de control
racional, mayor sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento
de omnipotencia y anonimato para el individuo", según el sociólogo francés
Gustave Le Bon —ha acarreado una serie
de disputas sobre su pertinencia en nuestra sociedad de hoy en día.
La sociedad empezó a ser considerada como masa a partir de la
revolución industrial. Es entonces, en el siglo XIX, cuando comienzan a notarse
grandes cambios sociales, como la difusión del uso del periódico.2
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James Clerk Maxwell |
Más tarde, en el siglo XX, surgen dos de los grandes medios
de comunicación: el cine— ligado a la aparición de la fotografía —y la radio.
El descubrimiento de esta última se debe a James Clerk Maxwell, que entre 1860
y 1870, desarrolló la teoría de las fuerzas magnética y eléctrica. Más tarde,
el 1888, fue Heinrich Hertz el que fabricó una máquina que transmitía y recibía
ondas electromagnéticas de cinco metros de distancia. Gracias a la teoría y
demostración de ambos, otros científicos dedujeron que algunos cuerpos
celestes, como las estrellas o el sol, podían ser capaces de producir ondas de
radio.3
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Heinrich Hertz |
En los años 20 la radio se populariza y la publicidad,
considerada hoy en día como un modo de comunicación persuasivo, comienza a
verse como tal, convirtiéndose en un elemento básico de la economía.4
Ahora volvamos al tema central del
trabajo: el concepto de masa. Este concepto ha ido cambiando y evolucionando
con el paso del tiempo. En un principio, Harold Lasswell relaciona el término
de comunicación con la manipulación en su “teoría de la aguja hipodérmica”, en
la que los ciudadanos no tienen ideas propias, sino que se dejan influenciar
íntegramente por los medios de comunicación, tratándose así de una masa más
bien homogénea.
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Ortega y Gasset |
Sin embargo, según
Ortega la masa es un hecho psicológico en el que una minoría, es decir, un
grupo selecto de personas, se encarga de dirigirla.5 Esta masa está
formada por individuos al que él llama hombres-masa. Según él, el
hombre-masa no pertenece a ninguna clase económica o social y es aquel que no
sabe lo que debería ser, pero cree saberlo.6
En mi opinión, la sociedad de hoy en día ha dejado de ser una masa homogénea, como decía Lasswell, para convertirse en un colectivo que es capaz de pensar por sí mismo y decidir si quiere ser influenciado o no. Obviamente, siempre habrá un grupo de personas muy fáciles de influenciar, como también habrá otro al que será difícil o incluso imposible manipular, dividiendo la sociedad en dos conjuntos: uno muy influenciable, debido a la ignorancia que pueda llegar a tener sobre el tema en cuestión; y otro que, cuando recibe esa misma información, se documenta o se interesa más sobre ello, llegando así a averiguar si se trata de algo real o si vale la pena dejarse influenciar por ello.
Además, la aparición del internet y las redes sociales ha
causado un gran avance en cuanto a medios de comunicación y la influencia que
estos pueden llegar a tener en la sociedad es muy elevada.
Estas redes sociales han conseguido modificar nuestros modos
de comunicación, convirtiéndose en un medio de comunicación más dentro de
nuestra sociedad. Y es que no solo nos informa sobre lo que sucede a nuestro
alrededor, sino que lo hace a tiempo real y los protagonistas son los propios
sujetos. En los últimos años, éstas han evolucionado de tal manera que no solo
sirven como herramienta comunicativa, sino que además han conseguido crear una
gran adicción.
En el año 2011, la Universidad de Maryland (Estados Unidos)
elaboró un experimento social en el cual mil estudiantes debían pasar un día completo
exentos de internet u otros medios. Tras veinticuatro horas desconectados, éstos
comenzaron a exponer síntomas similares a los sufridos en el síndrome de abstinencia.7
En conclusión, la sociedad actual sigue siendo muy
influenciable, dejando de lado alguna que otra excepción. Además, el término “masa”
tiene un significado negativo para ciertas personas, que consideran la cultura
popular como algo vulgar, como bien explica Alberto Abruzzese en su artículo Cultura de masas.
NOTAS:
NOTAS:
- REAL ACADEMIA ESPAÑOLA. (2014). Masa. En Diccionario de la lengua española (23. ª ed.). Madrid, España. Disponible en http://dle.rae.es/?id=OWEvPFc
- MOSCOSO, Purificación. Medios de comunicación y cultura de masas. En apuntes de la asignatura Teorías de la comunicación. Universidad de Alcalá, 2016-2017.
- OBSERVATORIO NACIONAL DE RADIOASTRONOMÍA. Pre-Historia de la Radio Astronomía. Disponible en http://www.nrao.edu/whatisra/hist_prehist-s.shtml
- MOSCOSO, Purificación. Medios de comunicación y cultura de masas. En apuntes de la asignatura Teorías de la comunicación. Universidad de Alcalá, 2016-2017.
- MOSCOSO, Purificación. Las teorías de la comunicación. En apuntes de la asignatura Teorías de la comunicación. Universidad de Alcalá, 2016-2017.
- LA GUÍA. El Hombre Masa según Ortega y Gasset en Filosofía Contemporánea. 11 de mayo, 2009. Disponible en http://filosofia.laguia2000.com/filosofia-contemporanea/el-hombre-masa-segun-ortega-y-gasset
- PSICOTIP. Las redes sociales y su influencia. 28 de noviembre, 2012. Disponible en https://psicotip.wordpress.com/2012/11/28/las-redes-sociales-y-su-influencia/
- ABRUZZESE, Alberto. Cultura de masas, 2004.
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